Las despedidas siempre son tristes, aunque sepamos que despedimos a un amigo, a un compañero de tanta vida juntos, que veremos de nuevo, no con la frecuencia de antes,pero  estarà caminando por nuestras mismas rutas.

Hoy la Culinaria de Matanzas y en particular la de Varadero anda triste, se marcha para disfrutar de una postergada jubilaciòn el afamado chef Ramiro Macias Gonzàlez, una instituciòn de reconocido prestigio y solidez profesional tanto en Cuba como en el exterior. Se dice facil y ràpido pero ha estado durante 60 años enseñando, ofreciendo su magisterio a jovenes que se iniciaron en la cocina y Varadero el polo azul de la Isla ha sido su baluarte  y su aula.

La Federaciòn Culinaria de Cuba lo ha tenido y lo tendrà como un sìmbolo, èl es de aquellos fundadores que desbrozaron el monte y levantaron a la cocina criolla como un escudo de la cultura.

Autor de publicaciones imprecindibles que plasman su experiencia y su vida tras el fogòn, con recomendaciones utiles y llenas de sabiduria.

Estoy seguro que despedir a Macias no fue facil, pechos apretados y làgrimas goteando las mejillas fue la escena de un largo adiòs al querido jefe, amigo, y entrañable ser humano que a sus màs de 80 años la vitalidad lo mantendrà inquieto y no dejarà un minuto para que la nostalgia lo invada.

El Ejecutivo de la Asociaciòn Culinaria de Matanzas encabezada por su Presidente Ihosvany Lanz se fundio en un caluroso abrazo con Macias para desearle larga vida y que no desaparezca de la escena culinaria.